Por Coni Valente
Biomas es un libro de poemas. Lo escribió Fernanda Álvarez Chamale y está dividido en tres partes: “Ellos”, “Ellas” y “Habitar”. Tiene 74 páginas y encierra palabras que sueltas no serían nada, pero juntas son el todo.
Un bioma es el conjunto de ecosistemas característicos de una zona biogeográfica que está definido a partir de su vegetación y de las especies animales que predominan. Eso dice el diccionario y yo digo que los seres humanos también somos biomas, definidos por emociones, sentimientos, actos, palabras. Cada uno de nosotros encierra una biotipo particular, especialmente construido de forma inconsciente como lo hace el clima con el suelo o la vegetación. Somos en tanto vivimos y lo exterior también hace a nuestra vitalidad y nos erosiona como el viento, nos da forma, nos construye, nos modela. De algún modo, Fernanda nos presenta como un ecosistema y el libro genera una particular atmósfera que sigue cierta línea en donde se ve claramente la simbiosis entre la naturaleza y nosotros.
Ejemplos:
“En cada estómago abierto de un árbol hay pájaros…”
“Voy con la garganta, con sus manos de ramas perennes”
“La hendidura en la tierra salvaje del presente”
Somos en tanto estamos en un paisaje, en un cuadro, en un recorte. Creo que Fernanda en cada poema evoca esos fragmentos, esas micropartículas que nos conforman, que nos hacen. Cada lector podrá unir esos pedazos como más lo deseé pero siempre conformará un todo relleno de lo que lo compone vitalmente. Cada palabra evocará un recuerdo específico y será dotada de un peso único.
Para la autora, este poemario tendrá una significación particular, pero para cada quién lo lea eso mutará según el ambiente o situación en la que esté. Las palabras están vivas y la forma en las que las ordenemos nos entregará un espacio en el que movernos, en el que efectivamente nos movemos. Biomas arma ese espacio, le da un color, un tiempo, un contorno, un peso. La poesía es una forma de mirar el mundo y Álvarez Chamale nos acerca su mirada, nos comparte su mundo, su lugar. Entrar y hacerlo propio es nuestra tarea como lectores, es a lo que nos invita.
Leer, de algún modo, siempre es un viaje y aquí los espacios son geografías mínimas. La segmentación por género que hace Fernanda supongo que tienen que ver con el intento de evidenciar la óptica de cada personaje que ella recrea en cuanto a lo que lo define en primera instancia: ser mujer o ser hombre. Esa esencia nos da un cuerpo que la autora intenta atravesar con el lenguaje que utiliza. Las palabras nos pasan por el cuerpo y eso es algo que se toca. Por ende, concluyo, pensando en esto, que Álvarez Chamale nos dice desde Biomas que por más abstracto que sea el escribir es táctil, se puede tocar. Estos poemas se pueden tocar, como si sus ellos y ellas, aun sin conocerlos, vivieran junto a nosotros al leerlos.
Biomas es registrar lo que nos rodea, ver a quienes tenemos a manos, pero verlo en verdad, incrustados en sus realidades, como si fuéramos ellos. La autora tiene una gran sensibilidad, dirigida en este libro hacia un lugar en particular que se ve claramente al llegar al segmento “Habitar”. En esa parte del libro Fernanda cierra el círculo de la sucesión de relatos dándole forma a la intención: somos habitando, siendo parte de algo.
Biomas (2016)
Autora: Fernanda Álvarez Chamale
Editorial: Larvas Marcianas
Género: Poesía