Por Victoria Mora
Rodolfo Walsh escribe en una carta, a propósito de la muerte de su hija Victoria, que el verdadero cementerio es la memoria. Memoria y escritura, entorno a una vida de compromiso, se unen en estas líneas. Hay, entonces, un ejercicio de recuperación de lo perdido para el que la literatura es una vía privilegiada.
Perros en invierno (y primaveras con Lucina) de Omar Álvarez es el relato de una vida, la de su hermana Lucina, que se remonta a su nacimiento en un pequeño pueblo en España, y concluye trágica y dolorosamente por la intervención de un Estado genocida en la última dictadura cívico militar argentina.
La historia colectiva se ancla en la vida de dos hermanos, el lector asiste así a una narración que conmueve y que abre la puerta a la admiración por esta joven que no abandonó su pasión por la palabra, la poesía, el lenguaje y el compromiso por una sociedad más justa, aun cuando los tiempos se volvieron duros.
Se revela el relato de la vida de una mujer que era militante y también una comprometida docente y una preciosa poeta. Escribe en “Metamorfosis”:
La madera se enloqueció de fórmica
Desapareció la grieta
El olor
El codo consabido
La palabra en el hueco de la mano
El ojo nostalgioso mirando un punto fijo.
Un pringoso carnaval fosforescente
Me robó
Aquel cielo poblado de maníes
Algún gesto color de madrugada
Y este perfil de humo
Que tiene miedo
Que le fusilen el futuro.
La palabra en la mano de Omar Álvarez se vuelve homenaje y memoria. Educador, docente universitario y sindicalista del gremio docente escribe una novela testimonial que hace justicia a una mujer que debería ser más leída y recordada. Interesado por la educación realizó un Doctorado en el País Vasco sobre Psicodidáctica y escribió artículos académicos y ensayos en relación con la Educación Social. Es inevitable pensar en la influencia que Lucina ha tenido en su historia: hoy una escuela de arte en Ramos Mejía lleva por nombre Lucina Álvarez en homenaje a esta docente que trabajó allí como pionera con el grupo de docentes originario que conformó la primera escuela de estética donde coordinaba talleres literarios.
Casada con el escritor Oscar Barros fue leída por González Tuñón y compañera de Haroldo Conti, Leónidas Lamborghini, Vicente Zito Lema y Humberto Constantini entre otros. Junto a estos grandes participó, por ejemplo, de un recital de poetas en 1972 por la libertad de los presos políticos. Junto a Barros, y algunos de estos escritores, integró ademas la Agrupación Gremial de Escritores.
Una hermana que “marchando primero, como una locomotora que abre camino, funcionaba como un norte, un faro”. Ese faro hoy ilumina, desde las páginas de la novela, una historia de amor fraterno que se teje entre poesía, rock, y pasiones compartidas. A pesar del dolor y de la injusticia de la vida interrumpida hay aquí un autor que encuentra en las palabras y el lenguaje el mejor ejercicio de memoria posible.
Perros en invierno (y primaveras con Lucina) (2017)
Autor: Omar Álvarez
Editorial: Bärenhaus
Género: Novela testimonial
Complemento circunstancial musical:
Precioso,necesario y muy bien logrado el libro Perros en invierno( y primaveras con Lucina),de Omar Álvarez.Lo leí y me llené de historias,de colores y poesía sobre la figura de una mujer comprometida que emociona y nos acerca
A nuestro pasado reciente,que lamentablemente hoy asecha asombrosamente.Altamente recomendable su lectura.El agradecimiento a su autor que comparte ésta joya literaria, conjugando una historia personal y colectiva que emociona.Excelente!