Por Coni Valente
Voy a empezar esta reseña con una pregunta: ¿Creemos o no creemos en el amor a primera vista?
Aquí la medida del amor serán 38 m2. Un bondi uruguayo y después el salto al vacío. Washington y Mariela.
“Entonces le pregunte: ¿Cómo es posible que una misma persona te haga sentir de lo mejor y al mismo tiempo por cualquier error te haga sentir de lo peor? Me respondió: se llama amor”
Eso es esta novela preciosa que escribió Alejandro: un cúmulo de sensaciones puestas en palabras que aglomeran sentimientos que duelen, enojan y molestan mezclados con los opuestos, los que sanan, alegran y regocijan. La particularidad es que esta historia esa travesada por los acontecimientos trágicos de la dictadura cívico militar que azoto a Argentina entre 1976 y 1983 pero también por su contracara, el Mundial 78.
Hay algo muy llamativo en la edición y es la diagramación de la publicación. Es fragmentada, disruptiva pero en el sentido visual del término. Eso la hace dinámica y entonces, el ir y venir de Alejandro de un lado y del otro del charco, como de un tiempo a otro del relato, sumado a las letras flotando en los márgenes, así como la historia yéndose a los extremos de la exploración hacen que sea una obra viva. O mejor dicho, viviente. Te late en las manos, vibra. Esta observación es el mayor merito de la pluma de Burgos.
Capítulos cortos y adjetivados, cosa que es otra particularidad: capicúa, de ida, de bolsillo, extraviado, etc. Y en casi todos, hay notas al pie pero que aquí Alejandro no utiliza como citas bibliográficas, sino como “aclaraciones” que le pintan.
Mientras leo, recuerdo “3 metros sobre el cielo”, la película española, dirigida por Fernando González Molina y protagonizada por el guapetón a tope de Mario Casas. De algún modo, esta reminiscencia supongo que me viene por el hecho de pensar en la medida del amor. ¿Sera eso lo que plantea el autor? No lo sé, pero a mi si me despierta esa búsqueda. Una búsqueda, eso hace el señor Pla (el apellido de Washington) al lanzarse tras Mariela, cruza el Río de la Plata como un intento de entregarse a ese idílico amor pero también como una manera de auto explorarse en su rol de poeta.
Pero no quiero que se nos escape eso de ponerle una mensura al sentimiento. Me quedo pensando en eso y luego de hacerlo largo rato comprendo que 38 metros cuadrados es mucho más que eso, es una novela que retrata la libertad del ser desde muchas ópticas pero siempre de una forma “romántica” (y no en el sentido amoroso del termino- o no, solamente). Este libro intenta poner en discusión eso de contener y contenido: la vida entera con todo lo que eso conlleva pero haciendo foco en el sentir más que en el pensar. El protagonista es un poeta y ¿qué más puede esperarse de un literato de esa calaña que sensibilidad a borbotones?
Las páginas derraman sensaciones extremas pero también disparan duras reflexiones, ¿Es una novela de amor? Sí, pero no del todo. Quizás ese aventurado viaje de Washington es solo una excusa, un recurso más del autor para hablarnos de otras cosas: las represiones, los rechazos, las frustraciones y no solo individuales, sino también colectivas, incluso esas que trascienden las geografías (como en este caso).
Bisignano Burgos autodefine su única novela (por ahora) diciendo: “Sencilla y decididamente, es una historia de amor. Justo justo en Uruguay y Argentina, en 1978. Con todo esa interferencia y complejidad”. Para mí fue más que eso, fueron ellos en ese momento, fueron Mariela y Washington en ese contexto especifico, fueron todos quienes los rodearon y con quienes se cruzaron intentando ser “libres” en el medio del encierro.
Empecé esta reseña preguntándome/les: ¿creemos o no creemos en el amor a primera vista? Termino sin respuesta a esa pregunta, pero con nuevos interrogantes: ¿el amor salva, calma, da paz en tiempos de horror? Pueden leer 38 metros cuadrados y sacar sus propias conclusiones, responderme estas preguntas o plantear nuevas. Como sea, es un libro esperanzador, que le da al lector alas, que lo deja soñar y que lo impulsa a pensar aunque este escrito más desde las entrañas que desde el cerebro.
38 metros cuadrados (2016)
Autor: Alejandro Bisignano Burgos
Editorial: Arturo Ediciones
Género: novela
Hola guapa! Muy buena reseña. No conocía este autor y la novela parece muy interesante, me la apunto. Ah! Estoy de acuerdo en tu opinión de Mario Casas jajaja Un besazo.
Hola guapa! Muy buena reseña. No conocía este autor y la novela parece muy interesante, me la apunto. Ah! Estoy de acuerdo en tu opinión de Mario Casas. Un besazo.
Por lo que cuentas parece un buen libro. Todos los libros son buenos pero ovbiamente siempre hay algunos que resaltan más tu atención. En todos los libros hay cosas que nos inspiran, nos hacen soñar y que los hacen especiales. Siempre existe un libro que nos identifica, nos hacen pensar y reflexionar en ocasiones. Posiblemente tu hayas encontrado ese libro. Sinceramente al leer tu reseña me dan ganas de leerlo. La manera en que cuentas tu fascinacion por un libro que no solo narra una historia inventada por una persona sino que tambien refleja sus pensamientos y sentimientos hacia ciertas cosas es fascinante. Sigue leyendo libros y busca las respuestas a tus preguntas.