Por Pablo Méndez
Los muertos del Riachuelo de Hernán Domínguez Nimo es un libro chico de tamaño, breve en extensión, pero con muchas posibilidades de análisis. Aquí un desglose de la lectura:
1- Cuando uno abre el libro del guión de la película Pulp Fiction de Quentin Tarantino se lee: Pulp n. 1. Masa de materia blanda, húmeda e informe. 2. Revista o libro, que contiene material sensacionalista, característicamente impreso en papel basto, no refinado. En esta definición es donde el espíritu de la colección Pulp de Interzona se funda. En la contratapa de Los muertos del Riachuelo, Elsa Drucaroff impone una reflexión ligada a ese supuesto contenido “sensacionalista” (las comillas son necesarios para alejar el término del uso cotidiano que se le da al término): “Prosa sarcástica, cine clase B, gore, cultura popular. Desde el punto de vista estético, el cuidado trabajo de edición permite rescatar algo de la precariedad del soporte que caracteriza al concepto pulp. Algo así como tocar “Anarchy in UK” con violines y clarinetes, sin la suciedad de las guitarras distorsionadas pero con el alma de la canción intacta.
2- Los zombies gravitan en la cultura popular desde casi todas las artes. El cine de George Romero; el esteticismo audiovisual de la era del streaming en series como “The Walking Dead”, “Fear the Walking Dead” o “Z Nation”; la performance callejera “Zombie Walk” que se ha popularizado en estos pagos; los vehículos de entretenimiento del capitalismo como los videojuegos; la música de la mano de canciones como “Living Dead Girl” de Rob Zombie, “Eye of a Zombie” de John Fogerty o “They Are Night Zombies” de Sufjan Stevens; las artes plásticas de la mano de Che Rock (Mario Sepúlveda) que toma a los muertos vivientes como referencia para sus dibujos; y por supuesto la literatura, y en este caso en particular, la literatura argentina: “Berazachussetts” de Leandro Ávalos Blacha, “Crónicas zombis” de Juan José Burzi, “Los que duermen en el polvo” de Horacio Convertini. Aquí es donde Los muertos del Riachuelo entra en juego. En ese espacio de las letras en el que un nuevo aporte permite crear otro punto dentro del corpus literario zombie argentino. Si bien Dominguez Nimo menciona la palabra zombie, considero que el concepto esta más ligado a “Muertos que regresan de la muerte”, y en esa redefinición es donde radica la motivación de estos personajes fantásticos; la vuelta a la vida, en condiciones deplorables con objetivos claros: regresar por venganza, por costumbre, por alguna cuenta pendiente.
3- El registro es uno de los hallazgos del libro. La crónica que hace evidente la primera persona, y que muchas veces se camufla en un tercera, permite que la historia se estructure de una manera que podría alejarse del convencionalismo literario, poniendo en juego lo meta literario, y que tiene como resultado un texto mucho mas interesante que el clasicismo de la novela en su versión reducida, la nouvelle. Gracias a esta forma de contar que utiliza la investigación histórica como una de sus herramientas, es que Los muertos del Riachuelo se convierte en una crónica falseada con un propósito definido, mas que crear un libro de ficción, el autor crea un hecho literario. También es importante resaltar, ante la justificación del narrador en varios pasajes del libro, las distintas formas del periodismo, contextualizando solapadamente una visión crítica de la profesión.
4- Todo producto de la cultura popular ligado a la temática zombie tiene un anclaje en lo político. Muchos de los ejemplos en las distintas artes que se han mencionado en esta reseña son materia analizable desde ese aspecto. En Los muertos del Riachuelo la significación referencial de una época es quizás el eje que muestra la significación de los hechos que han atravesado la historia política argentina de la década del noventa. El autor se propone referencia una época, incrustarla en un argumento para simbolizar las consecuencia que ha dejado los modismos políticos y los estereotipos sociales; en pocas palabras, un prometeo ficcional, otra cualidad del hecho literario.
5- Para finalizar, hay que puntualizar también en el estilo de Hernán Domínguez Nimo. Un humor con latigazos de ironía, sin el efecto que promueve la trivialidad de lo inmediato. La corrosión con la que cuenta/reflexiona motoriza el renacer de los muertos en su destino de búsqueda. Los muertos del Riachuelo se suma a la lista de libros zombies con la característica de lo distintivo, donde el registro fundamenta una historia desde la que se desprenden muchas lecturas necesarias. Porque los restos humanizados de la podredumbre se erigen como resultado de la intencionalidad del contexto en el que se escribe.
Los muertos del Riachuelo (2018)
Autor: Hernán Domínguez Nimo
Editorial: Interzona, Colección Pulp
Género: relato
Complemento circunstancial musical: