Por Caro Soria
“Ninguno de los dos sabía por qué estaba ahí, o más bien sabían pero pretendían no saber.”
Así comienza A la Cárcel del escritor chileno Ricardo Elías, editada por Alto Pogo (2018) y ganadora del V Concurso Internacional de Novela Contacto Latino, en EEUU.
Lalo Cartagena comparte la Celda 15 con su compañero Botichelli Hernandez . El primero, que prefiere no salir al patio y caminar de lado a lado, se da cuenta que no aguanta más y decide que va a fugarse. Entonces comienza a tramar la fuga y con la ayuda de otros presos deciden cavar un túnel. Pero el hallazgo de restos fósiles de un dinosaurio pone a Lalo y a todo el penal en un nuevo proyecto: mostrar el tesoro al mundo.
Con ironía y mucho humor el autor nos presenta el entramado carcelario:
Los presos: Ganzúa Gimenez, Yanclot Valdés, Julio (Guatón) Delgado, Tito Vermú, Justo (El Picle) Guzmán, Froilán Valdebenito (Mansopescao), entre otros, nos irán contando cómo llegaron allí, que desaciertos cometieron y cómo los atraparon. También nos mostraran las jerarquías y cómo se juegan sus lealtades con el patriarca Don Chuma y su sucesor
Del otro lado, el alcalde Gualdo Tapia, un personaje bastante distraído, y el Perro Lillo, un gendarme abusivo.
La familia y el contacto con el afuera; las parejas que ya no los visitan.
Y Guillermo, el nombre del enorme muro que los separa del afuera.
La novela de Ricardo Elías sorprende. No sólo porque entra en juego el disparate, sino porque además introduce temas sumamente complejos.
“Ser delincuente no se elige, se es delincuente porque las circunstancias así lo determinan. Pocos niños hay en el mundo que responden quiero ejercer la delincuencia cuando les preguntan qué les gustaría ser de mayores. A los siete años de edad Lalo respondía político, o sea: delincuente, le decían de vuelta y a un niño esas cosas le quedan grabadas.”
En el mismo tono y con la misma ironía, el autor cuestionará qué es la libertad, si funcionan o no las prácticas convencionales de resocialización, si acaso hay oportunidades y cuáles son. En la novela, los talleres y la biblioteca están vacíos. Pero la misma historia nos mostrará que el deseo de Lalo porque los demás puedan apreciar el valor de su hallazgo lo lleva a interesar y motivar a sus compañeros en aprender. Y desde la teoría de la evolución de las especies y la fascinación por el saber comienzan a generarse nuevos lazos entre los presos y nuevas preguntas al por qué están/estaban encerrados y dónde es que están presos.
“–Bajamos de los árboles a cometer puras barbaridades –dijo Tito Vermú–. ¿Se dan cuenta todo lo que la evolución logró para que nosotros termináramos así, en esta mierda?”
A la cárcel (2018)
Autor: Ricardo Elías
Editorial: Alto Pogo
Género: novela
Complemento circunstancial musical: