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Reseña #560- Amanece que no es poco

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Por Valentina Vidal

La literatura infantil de los últimos años, cuenta con la satisfactoria decisión de no tratar a los niños como seres no pensantes y a su vez,  enviar guiños a los padres para hacerles el viaje de lectura un poco más ameno y en el camino,  generarles la confianza de estar de acuerdo con lo que están transmitiendo. Amanecer esmeralda (publicado en el 2005 en Brasil y en el 2016, en Argentina, por  Editorial Corregidor) de Ferréz, ilustrado por Pupé y traducido por la contundente Lucía Tennina, es el medio, la herramienta eficaz que le da voz a quien no la tiene.

El ya consagrado escritor de títulos como Manual práctico del odio (2012)  y Nadie es inocente en San Pablo (2016) escribió esta historia inspirada en una niña muy pequeña que un amigo le dijo que era fanática de sus textos. Ferréz cuenta en el prólogo de su libro que “Desde aquel día en adelante, cuando me ponía a escribir o a dar conferencias, la veía cerca de mí, siempre callada y triste, esa niña imaginaria necesitaba de una historia propia, y, hasta que no la contase, no se alejaría de mí.” Y fue entonces, en una prolongación natural de su obra, que escribió este libro que cuenta acerca  de una niña llamada Mañana, que va todos los días a la escuela desde su casa en el barrio marginal Jardín de Rosas de Brasil.

Mañana es una niña con rasgos africanos de nueve años, con tantas carencias, que apenas si tiene para desayunar algún pan duro que pueda encontrar al despertarse.  Tiene un papá alcohólico y una mamá que trabaja de limpiar en casas, por lo que Mañana se las arregla sola. Se cocina, se lava su propia ropa y va todos los días a la escuela vestida como puede. Un día, su maestro nota sus carencias y decide hacerle un regalo que será la piedra fundamental para una serie de sucesos que modificarán sus días, pero sobre todo, le dará esperanza sobre su futuro.  

Este relato nos acerca de nuevo de una manera despojada a la periferia de Brasil, que bien podría ser cualquiera de los asentamientos de viviendas precarias de nuestro país. Se ancla en la importancia de la educación, la solidaridad y la familia para que cualquier niño del planeta tierra, tenga las oportunidades que se merece, más allá de las inequidades de un sistema que somete a los más desprotegidos, tanto niños como adultos a las más voraces injusticias, de la manera en que solo Ferréz puede hacerlo.

El plus de Amanecer Esmeralda es que el contrato de lectura se consolida tanto en niños como en adultos, que las ilustraciones son estimulantes, que vibran a través de colores que nos remiten a África y a Brasil, pero sobre todas las cosas, que esta historia logra llevarnos a un mundo donde la empatía y belleza de la humanidad es posible en medio de tanta oscuridad. Y que cada pequeño gesto, construye un futuro repleto de posibilidades.

 

Amanecer Esmeralda (2016)

Autor: Ferréz

Editorial: Corregidor

Género: Literatura Infantil

 

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