Por Mario Nosotti
Cafeterías, rutas, aeropuertos, ofertas navideñas, latas rellenas de comunicados, carteles con ofertas de espumantes, desolación. Todo es actual y viejo y repetido a la vez; en Las calles nevadas, las ideas se esbozan como tomas de un film. La nieve está presente, se vea o no: en la espera glacial, en el café caliente, en la campera inflada, o bloqueando la puerta de las casas.
Hay una economía de la imagen expresada como acumulación de situaciones, gestos inventariados como mercancías. Y la pasión no estalla, porque siempre está yendo hacia otra parte, o preparando algo, consumiéndose en detalles. Siempre hay algo que hacer en los tiempos que corren —los nuestros, los del libro—; las personas, no pueden sacudirse sin embargo la ínfima sensación de estar inmóviles.
En Las calles nevadas, las imágenes traslucen en conceptos vistos a como a través de una capa de hielo, delgada e indecisa. La navidad del Norte, la tarjeta postal que consumimos apenas adaptada y con cuarenta grados, se despliega en suburbios, ritos y tradiciones, inercias ciudadanas, y una fauna curiosa que convive con el omnipresente progresismo, con la buena conciencia. “Las postales de todos esos mundos / que compramos acá”, no son inocuas, nos sugiere el poema que abre el libro, tienen efecto en nuestras decisiones, en la lenta modelización que, llegado el caso, habilita el terreno para ciertas políticas.
Calles que deben despejarse, que serán despejadas por los quitanieves del municipio según un riguroso cronograma establecido, y sin embrago “hay tramas en las frazadas / Que pueden alterar los significados”.
Crítica ginsberiana —por las revelaciones, no por el tono— a una sociedad «binaria» y «asexuada», de tarjeta con el nombre en la solapa, y un humor en el tono del tipo que en la tele repasa las noticias. Y cada tanto frases que son como disparos: “es extra lo humano que nos consume”.
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Acerca de Mario Nosotti ((San Fernando, Buenos Aires,1966)
Cursó estudios de Letras (UBA) y la Maestría de Escritura Creativa de la Universidad Tres de Febrero. Formó parte de la antología de la 1º Bienal Iberoamericana de Arte Joven (Buenos Airess,1989). Colaboró con las revistas de divulgación cultural Tsé-tsé, Parte de Guerra y La Otra. Entre 2004 y 2006 editó la hoja de poesía Música Rara. En 2006 organizó el Primer Encuentro de Revistas de Poesía en la Biblioteca Nacional. En 2014 obtuvo la Beca del Fondo Nacional de las Artes (Área Letras).
Publicó: Parto Mular (Editorial Último Reino,1998) y El proceso de fotografiar (Viajera Editorial,2014) y La casa de la playa (Club Hem, 2018).
Actualmente colabora con el suplemento Radar libros (Página 12), la revista Ñ (Clarín) y la revista Los Inrockuptibles. Coordina talleres de lectura y escritura creativa.
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Acerca de Diego L. García (Berazategui, Buenos Aires, 1983)
Es Profesor en Letras, por la Universidad Nacional de La Plata. Escribe crítica y poesía.
Entre sus libros figuran Fin del enigma (Ediber, 2011), Esa trampa de ver (Añosluz, 2016), Una voz hervida (Jámpster e-books, 2017, Chile), Una cuestión de diseño (Barnacle, 2018), (Fotografías) (Zindo & Gafuri, 2018). y Las calles nevadas (Barnacle, 2020).
Forma parte de la antología de poesía latinoamericana País imaginario: escrituras y transtextos 1980-1992 (Ay del Seis, 2018). Se publicó en Bolivia una selección de su obra titulada Modo Arcade (Electrodependiente, 2019).
Colabora en diversas revistas literarias con reseñas y artículos críticos.
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Poemas citados
l a s c a l l e s n e v a d a s
hay una fotografía en el reverso de los actos
que todavía se representan como nuestros.
la escena de una película americana.
siempre de posguerra. es decir. latente
entre las decisiones de sujetos y gobiernos
entidades que regulan los matrimonios
las salidas de sábados regulares para mirar
las estrellas desde el capó de un auto turquesa
las vallas blancas de las casas. madera por
todos lados. y las postales de todos esos mundos
que compramos acá. es como un supermercado
de grandes sueños. una serie de soldados
desertores mirando televisión en las madrugadas
y levantándose a las 6 para construir pirámides
con botellas de coca-cola. esas medallas son
las nuestras. nos quedamos dormidos en los
pantanos de una telenovela sin fin. la
cena está servida! los niños corren escaleras abajo.
una navidad interminable. la nieve en los deseos
aunque haga 40 grados y nuestras baldosas
se resquebrajen. nuestras baldosas mentales
por donde desfilan los impulsos y las apuestas
que hacemos en el último casino de la frontera
–
por qué una película dentro de una película?
están leyendo eso. ninguna de las dos
juega las cartas en escalera.
deja que su placa descanse sobre los miserables.
hay tramas en las frazadas
que pueden alterar los significados.
todo está bien. las luces se apagaron. no hay nada que saber.
un thriller que explica
por qué el invierno no termina
–
fotos de saul leiter.
lo parcial
de aquello que se pone en fila
suena como una alarma de combate.
por sobre los hombros de una ventana empañada
no puede haber trampas.
las sombras no tienen ropa
ni la necesitan.
se estampa una cabina de teléfonos en un colectivo.
es extra lo humano que nos consume
Las calles nevadas (2020)
Autor: Diego L. García
Editorial: Barnacle
Género poesía
Complemento circunstancial musical: