Por María Pía Cibrián
Hace mucho, mientras revolvía los vinilos de mi viejo, le pregunté cómo los elegía si no conocía a la banda. “Por la tapa”, me dijo. “Si la tapa estaba buena, lo compraba”. Siguiendo ese criterio, cuando Pablo me preguntó qué libro quería reseñar primero, no miré ni autor ni título: me dejé llevar por el arte de tapa y elegí quedarme con “ese de la valijita” que resultó ser El interior S.A., el primer libro de cuentos de Alejandro Güerri. Esa valija tenía adentro más cosas que la del gato Félix.
Domingo, la hora de la siesta y yo sin almorzar. Me instalo en el café de la esquina, que se llena pero como hay poco personal se olvidan hasta de echarte. Pido un lemon pie y un cortado doble. El mozo de siempre todavía no sabe lo que es un cortado doble: me trae un café americano y una jarrita de leche aparte. No me quejo. Es que no tengo ganas de desviarme del libro, porque cuando me di cuenta ya estaba terminando Open Door, el primero de los nueve cuentos con los que nos deleita Güerri. Me asusté un poquito porque pensé que la cosa venía con golpe bajo. Nada más lejano: el autor nos hace sonreír y no por ello el relato es superficial. Para mí, eso es una capacidad importantísima en un escritor.
Las demás historias tocan temas muy diversos, que van desde situaciones rutinarias hasta sobrenaturales, y las sobrenaturales no dejan de tener un trato cotidiano, lo que hace que sea fácil de leer y difícil no identificarse con algún personaje. Los finales repentinos te dejan pensando qué más podría pasar antes de dar vuelta la página y comenzar con la historia siguiente.
Destaco El hombre del sillón, envuelto en un aire al estilo Abe Kobo, que narra la situación desencajada de un hombre que cada vez que se duerme, despierta en sillones de casas ajenas. El desperfecto nos muestra a dos hermanos que tienen que convivir unos días, cada uno con sus paquetes sentimentales a cuesta, y un caño averiado. Sí, el caño también es protagonista. Colaborador, el que más me gustó, te compra con un personaje tan croto como atractivo: Próspero, desfachatado periodista de rock que vive en pelotas y ayuda al novato protagonista del relato, muy a lo Casi famosos, pero en Rosario y sin las groupies. Jonathan, la película nos traslada a esa hermosa época en la que ir a alquilar videos era un ritual semanal sagrado, impostergable. En Los ojos, nos encontramos con memorias sobre la experiencia de “ver distinto” que tiene quien crece con problemas en la vista. Casi como un oráculo, la frase final “es otra historia”, nos anticipa el último cuento, que da nombre al libro. En verdad es otra historia. Fantástica, por cierto. No digo más porque lo que tiene de corto lo tiene de contundente.
Hace rato terminé el cortado-no-doble que al menos no me cobraron como doble. Vuelvo a casa, cansada, con la sensación de que estuve mucho más lejos que “en el café de la esquina”.
El interior S.A. (2015)
Autor: Alejandro Güerri
Editorial: Años Luz
Género: cuento