Por Pablo Méndez
La literatura infanto juvenil motoriza gran parte del mercado editorial. Los libros para niños y jóvenes no solo se encargan de la conceptualización de valores, también forman personalidad, proveen entretenimiento y sobre todo amplían la fantasía de los lectores. Las bibliotecas y ferias exclusivas desarrollan nuevas vías de alcance y recepción para el desarrollo, investigación y análisis de la LIJ. Estas líneas tratan de hacer un paneo que visualice una porción de las muchas publicaciones de día a día llegan a las librerías.
Puro pelo: ¡ni principes ni princesas! (Quipu, 2017) de Fabián Sevilla y Juan Chavetta cuenta las peripecias de Puro pelo, una niña que se pregunta por qué hay actividades para niños y otras para niñas. La protagonista versiona clásicos de la literatura infantil como Rapunzel o Caperucita Roja a su amigo Cuco con el propósito cambiar los roles de los personajes; en pocas palabras, romper estereotipos de género impuestos culturalmente. Este libro es parte de la colección que incluye Puro pelo: mas conectados, menos comunicados; Puro pelo: las gemelas Lola y Lila y Puro pelo: familias de todos los colores.
Tres libros ahondan en los vínculos entre nietos y abuelos. Ellos son El galpón del abuelo (Editorial Sigmar, Colección Calabaza, 2016) de Liliana Cinetto, con ilustraciones de Rocío Alejandro; Barrilete (Del Naranjo, Colección luna de Azafrán, 2015) de Sandra Siemens, ilustrado por Viviana Bilotti; Mi abuelo (Limonero, 2016) de Catarina Sobral (texto e ilustraciones), con traducción Paula Pérez y Tiago Tenuta. La historia de Cinetto pone en escena una niña, Marcela, de vacaciones en la casa de sus abuelos. Como escenario principal, el galpón de chucherías donde su abuelo arregla e inventa cosas. Allí, Marcela encuentra una semilla que plantará y verá crecer. La autora de Barrilete compone un relato donde Pedro y su abuelo construyen un barrilete que por una travesura del viento se pierde. El reencuentro con ese juguete creado con las manos es pura fantasía. El libro Catarina Sobral, preciosamente editado por Limonero, nos cuenta las características de un abuelo en contraposición con un vecino mas joven que desbarata las diferencias de edad y el tiempo, y nos aleja de la idea que podamos tener sobre una persona mayor.
Pajarito (Corregidor, Colección Puentes de papel, 2018) de Mariana Baggio, con ilustraciones de Verónica Bidinost, narra la historia de unos pajaritos que esperan el nacimiento de sus pichones. El ciclo de la vida visto desde la perspectiva de la naturaleza a través de juegos de palabras, rimas, y una canción. Una historia compuesta a través de la musicalidad sintáctica, con la mejor y mas entretenida partitura. Un libro para que los chicos sientan la historia a partir de la exploración lúdica de las palabras. También la misma colección, Corregidor publicó a mediados de este año Misión Kenobi de Juan Guinot. Ya desde el título, el libro nos da la referencia ineludible de uno de los productos mas emblemáticos de la cultura pop: el universo de Star Wars. La novela, que tuvo versiones anteriores mas acotadas y que también se publicó en Bolivia, no solo es para el publico juvenil, también gracias a su poder simbólico el público adulto disfrutará de esta obra de aventuras en clave de ciencia ficción. La rememoración de un padre que desde el mas allá guía al Jedi de doce años encargado de luchar contra el lado oscuro por la contaminación de un río a manos de su arma más poderosa: la estrella de la muerte. Los lazos creados por las condiciones de producción de la obra resignifica la creación literaria para surtirla de los elementos de la cultura popular. El libro fue ilustrado por Lea Caballero.
Dos obras, una misma autora. En los estantes de las librerías se ubican dos libros de registros y géneros distintos creados por Silvia Arazi. La familia Cubierto (Mágicas Naranjas, 2017) es un poemario que tiene como protagonista a la familia mencionada en el título. La personificación de elementos inanimados es una de las formas de creación más habitual en el mundo de las historias infantiles, otorgarle vida, personalidad y carácter dramático es una de los grandes desafíos de los compositores de historias. La musicalidad de los versos de Arazi recrean una poética vinculada con la melodía y la armonía. Los poemas se leen bajo la entonación precisa, con la ternura de una autora ligada a la lírica de los silencios, al poder de la palabra justa. Cucharas, cucharones, cucharitas, cuchillos y tenedores: utensilios que cobran vida para componer una semántica en clave de un futuro cancionero. Las fotografías del libro fueron realizadas por Leticia Fraguela. El niño de pocas palabras (Planeta, Colección Planeta Rojo, 2017), ilustrado por Agustina Morón, es una novela juvenil donde Silvia Arazi contrapone a dos personajes, un niño que casi no habla y un ermitaño hombre mayor que viene del extranjero y que vive en una casa sobre un árbol. Una amistad para afrontar las inseguridades de ambos y que potencia la búsqueda de todo ser humano: el talento que se aloja en nosotros y muchas veces desconocemos. La música es protagonistas en casi todos los libros de la autora y es el punto de inflexión de una historia que se enfrenta con las mandatos más afianzados. Los temas fundamentales se escalonan en el vínculo de los personajes: la incomunicación, la distancia con el otro, el miedo a la no aceptación.
Otros dos libros y una misma autora. Camilo y el misterio del espejo (Galerna infantil, 2015) y El sueño de los durmientes (Destino, 2018), ambos escritos por Tamara Horowicz comprenden la versatilidad de aquellos que escriben para lectores no adultos. Camilo… plantea una de las temáticas mas recurrentes de la literatura infantil: el misterio. Una mudanza, un lugar nuevo donde nuestro protagonista debe explorar y construir su nueva infancia, es el punto de partida para que lo fantástico nos abras el paso a un mundo y tiempo paralelos. La autora despliega su escritura con una estructura narrativa que nos va llevando sin que despeguemos un minuto la vista del libro. Heredero de la tradición donde una situación fantástica resuelve un aparente conflicto, el libro muestra dos universos paralelos, la alteración del tiempo. El sueño de los durmientes correspondería a un público de mayor edad, adolescentes fascinados con la fantasía de ribetes épicos. Un tratado ficcional sobre la división de lo onírico y lo real. La vigilia como el epicentro donde un paso más allá subvierte el plano de la normalidad. La aventura en la parte más inhóspita de nuestra brújula de lectores. La epopeya de una niña en un mundo que contempla el sueño como la forma más evidente de la existencia. Dentro del campo editorial destinado a la juventud, abarrotado de libros de sagas expresamente creados para la industria cinematográfica de masas y cuya liviandad es evidente, El sueño de los durmientes es una bocanada de aire creativo de la mano de una auto de cepa nacional.
Canción para gorilas (Libros Silvestres, 2016) de Nicolás Doffo, con ilustraciones de Malen Lecuona, es una novela de mas de 350 páginas. Una apuesta editorial riesgosa pero más que atractiva. El panóptico editorial no está acostumbrado a obras de esta extensión para un público juvenil tendiente a la dispersión tecnológica. El valor literario se revela ante las tendencias nacionales del mercado. Las distopías sobre zombis son muy común no solo en la literatura actual sino en el plano audiovisual. Lo distintivo de esta obra es cómo se aleja de sus pares literarios contemporáneos, para crear un mundo donde los pasajes de ironía, humor y disruptividad discursiva son moneda de cambio. El gancho es evidente por la temática pero Doffo crea una estrategia narrativa fuera de los lugares comunes habituales; un cínico cover de la historias de zombies, al que el autor renombre como Nonbis, donde la insensibilidad, ceguera y monstruosidad está más ligadas a los consumers del virus capitalista, que a los desgarbados especímenes que nos han mostrado a los largo de la historia los tanques cinematográficos. En pocas palabras, Doffo retrata la pequeña tiranía que provoca el estado de inconsciencia cotidiana que todos sufrimos. Un espejo del mundo adulto, sistematizado, donde las porciones del días viene empaquetadas, recicladas, ya masticadas; una maquina fordista que escupe las cuotas de responsabilidad de la madurez. Este libro no es solo para el disfrute del puber con ansias de aventura, es un libro que salta los límites de las edades, que pone en tensión las diferencias generacionales. En la alquimia del entretenimiento, las formalidades editoriales del marketing se desvanecen y ponente de manifiesto la complejidad de obra que perdurara en el tiempo.
En la misma escena post apocalíptica, tenemos que mencionar el tomo I de Solos (Dibbuks, 2018) de Gazzotti y Vehlmann que ya va por la cuarta edición. Un novela gráfica de mas de 150 páginas que tienen a un grupo de niños como protagonistas enfrentándose a la desaparición de todos los habitantes de un país no especificado. En la lectura podemos encontrar un clima que puede acercarnos al Señor de las moscas de William Golding o a la comprensión del mundo desde el prisma de Peter Pan. A lo largo de los recuadros, y ante la ausencia del adulto responsable, el grupo de niños integrado por Dodji, Eliana, Terry, Celia e Ivan, trataran de sobrevivir y pasaran por situaciones de peligro con el fin de averiguar qué ha sucedido y por qué se encuentran solos. De la misma editorial, y en la línea de la novela gráfica, La Cólera de Fantomas. 1- La guillotina de Olivier Boquet y Julie Rocheleau, inspirado en las novelas de Fantomas de Pierre Souvestre y Marcel Allain, es una publicación que con seguridad tendrá una muy buena recepción en los amantes de las historias del clásico archivillano. Con varias publicaciones gráficas y versiones de series y películas, el personaje de Fantomas se convirtió a través de los años en un clásico de la literatura del crimen, permitiendo el quiebre en la conceptualización del asesino: el criminal de guante blanco da paso al sociópata asesino sin piedad. Este primero tomo, La guillotina, da el primer paso para una nueva generación de lectores que seguirán los crímenes de famoso delincuente. Para un público juvenil inquieto en dilucidar los límites del bien y del mal.
Por último dos libros de la editorial Peces de ciudad: Un mar de mieditos de Miguel Ángel Di Giovanni, con ilustraciones de Martín Tobaldo, y Mis vendavales de Lorena Suez, con ilustraciones de Diego Eguinlian. El libro de Miguel Ángel Di Giovanni nos propone el relato de varias historias de Betty, una niña de que se encuentra de vacaciones con su familia y su prima Mica. Cada cuento nos permite entender cómo funciona el miedo tejido en los más chicos, desde hormigas gigantes, fantasmas, una puerta misteriosa o un kraken hambriento. La edición tiene como atractivo que cada capítulo finaliza con una hoja en blanco con una recuadro para que los niños piedad dibujar las situaciones o personajes de cada historia creada por Betty. Lorena Suez compone en Mis vendavales a una niña que nos relata en primera persona su visión del mundo, sus deseos, sus experiencias a través de hermosas imágenes poéticas: “Mamá peina mis vendavales”, “pienso si podré ver los árboles caídos, apilados, en mis luciérnagas”, “me concentro en el relleno rosa, esa manera blanda y dulce que tiene de enroscarse a medida que giro las tapitas y las apilo en montañitas”, “Estoy embarrilada y nerviosa, todo junto”. El registro permite que las oraciones nos transporten a través de la narración ensortijados en un lirismo que nos hace dudar si la autora nos está contando esta historia con la simple excusa de que nos tomemos el tiempo para pensar en si la vida no es solo un manifiesto poético al que rodeamos de simples circunstancias ordinarias. Tal vez el mensaje es que podemos hacer miles de medialunas, verticales y saltos del el cielo y que no nos cueste nada.
Puro pelo: ¡ni principes ni princesas! (2017)
Autor: Fabián Sevilla
Ilustraciones: Juan Chavetta
Editorial: Quipu
El galpón del abuelo (2016)
Autora: Liliana Cinetto,
Ilustraciones: Rocío Alejandro
Editorial: Sigmar, Colección Calabaza
Barrilete (2015)
Autora: Sandra Siemens
Ilustraciones: Viviana Bilotti
Editorial: Del Naranjo, Colección luna de Azafrán
Mi abuelo (2016)
Autora: Catarina Sobral (texto e ilustraciones)
Traducción: Paula Pérez y Tiago Tenuta
Editorial: Limonero
Pajarito (2018)
Autora: Mariana Baggio
Ilustraciones: Verónica Bidinost
Editorial: Corregidor, Colección Puentes de papel
Misión Kenobi (2018)
Autor: Juan Guinot
Ilustraciones: Lea caballero
Editorial: Corregidor, Colección Puentes de papel
La familia Cubierto (2017)
Autora: Silvia Arazi
Fotografías: Leticia Fraguela
Editorial: Mágicas Naranjas
El niño de pocas palabras (2017)
Autora: Silvia Arazi
Ilustraciones: Agustina Morón
Editorial: Planeta, Colección Planeta Rojo
Camilo y el misterio del espejo (2015)
Autora: Tamara Horowicz
Editorial: Galerna infantil
El sueño de los durmientes (2018)
Autora: Tamara Horowicz
Editorial: Destino
Canción para gorilas (2016)
Autor: Nicolás Doffo
Ilustraciones: Malen Lecuona
Editorial: Libros Silvestres
Solos (2018)
Autores: Gazzotti y Vehlmann
Editorial: Dibbuks
La Cólera de Fantomas. 1- La guillotina (2018)
Autores: Olivier Boquet y Julie Rocheleau
Editorial: Dibbuks
Un mar de mieditos (2017)
Autor: Miguel Ángel Di Giovanni
Ilustraciones:Martín Tobaldo
Editorial: Peces de Ciudad
Mis vendavales (2018)
Autora: Lorena Suez
Ilustraciones: Diego Eguinlian