Por Julián Álvarez Sansone
En el prólogo de La Montaña, Luciano Lamberti afirma que leer este libro es estar en medio de la creciente de un río, ahogarse por momentos y por otros salir a flote, mirar el cielo y las caras de los que están en la orilla, que te consideran perdido y apagado. Considera que es una experiencia casi física, más que intelectual.
Leer La Montaña es estar siempre a flote, pero naufragando. El lector flota y sobrevive en el marco de una trama profunda en donde se tocan diversos temas: la nostalgia, la memoria, la independencia, el dolor, la muerte y los deseos de libertad de un pueblo históricamente oprimido como el argelino. De todos modos, uno puede considerar que hay dos temas que prevalecen sobre otros: la memoria y el exilio. Esos dos temas, son las dos orillas. Y uno naufraga en el medio de un río en donde a un lado de la orilla está la memoria, y del otro lado el exilio.
La Montaña es, en esencia, una novela corta y atrapante de tintes autobiográficos. Es también, en cierto punto, un libro didáctico. Nos enseña, desde la visión del autor Jean-Nöel Pancrazi, cómo un niño vivió en carne propia los días previos a la Independencia de Argelia. Este libro, publicado originalmente en el año 2012, alude a la muerte en unos atentados de seis niños que fueron compañeros de escuela del narrador y protagonista. El niño (que por momentos es también un adulto que recuerda su niñez con nostalgia y dolor), es el narrador que cuenta con una sorprendente naturalidad cómo se vivía el día a día en la Argelia de esos tiempos. Así, la guerra por la Independencia de ese país del norte de África parece, en cierto sentido, un elemento más del paisaje como la montaña que tantas veces es mencionada a lo largo de la obra. En cierto punto, uno puede relacionar al hombre que narra y se representa nostálgicamente en el chico con un Pancrazi que escribe, recuerda y sufre.
La guerra, que es un elemento importantísimo en la novela, merece un párrafo aparte. Acertadamente comenta Lamberti en el prólogo que puede compararse con la guerra de Vietnam porque consistió en el enfrentamiento de una guerrilla relativamente pequeña contra una potencia militar cuyo ejército era profesional y estaba mucho más entrenado y preparado. Lógicamente, hay ciertas cuestiones como la geografía y el clima que no se asemejan, pero sí la correlación de fuerzas entre los bandos contendientes. Esta guerra, cabe mencionar, duró ocho años (1954-1962), y finalizó cuando el emblemático Charles De Gaulle, en su afán de crear la Quinta República Francesa, le dio fin al conflicto declarando a Argelia como un país independiente. En dicha guerra, cabe agregar, murieron alrededor de un millón de personas entre guerrilleros, civiles y franceses.
Estos datos mencionados en el párrafo anterior sirven para dimensionar algo que en La Montaña es central. La guerra como experiencia del horror, con serias consecuencias en la memoria y en el crecimiento de un niño. En este caso, de forma magistral, Pancrazi logra transformar su dura infancia en un libro increíble que demuestran las pinceladas de talento del autor. No es un libro que detalla enfrentamientos sanguinarios ni profundiza en los combates, pero sí los muestra con delicadeza. En cierto punto, con una sutileza comparable con la que el mozambiqueño Mia Couto presenta sobre la Independencia de Mozambique en su célebre libro «A varanda do Frangipani».
Este libro, además, tiene una particularidad original que escasea. No está compuesta por capítulos, sino que puede ser leído como un monólogo con pausas estratégicamente seleccionadas. Sabe cuándo acelerar, cuándo detenerse, en dónde y cómo profundizar.
En síntesis, La Montaña es un libro más que recomendable. Creería que es imprescindible para aquellos lectores que quisieran comenzar a adentrarse en la literatura africana y no saben cómo ni por dónde empezar. En este sentido, creo que arrancar por un libro breve, interesante y atrapante como éste es indudablemente una gran idea. Así, La Montaña puede oficiar de puerta de entrada a la literatura africana y al catálogo de una editorial como Empatía, que tiene mucho para ofrecer y mucho para darnos a los lectores que valoramos estas apuestas literarias.
La montaña (2018)
Autor: Jean-Nöel Pancrazi
Editorial: Empatía
Género: novela testimonial
Complemento circunstancial musical: