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Reseña #822 (bis)- Con el destino invertido

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Por Valentina Vidal

Julián es un actor desocupado. Cansado de buscar papeles y trabajos de lo que sea, acepta trabajar de ñoqui en una administración de la que no sabe nada y sólo pasa a cobrar. Una mañana está en su sofá viendo televisión, con ganas de fumar y sin cigarrillos. Mariana, su pareja, ya se fue a trabajar. Érica, su amante, le manda un mensaje en un horario desubicado. Decide ir al kiosco, pero lo encuentra cerrado. La búsqueda de otro lo guía hasta un bar donde se encuentra con Fajre, un tipo robusto que lo reconoce y Julián que no tiene idea de quién es, se deja llevar sin involucrarse demasiado, como viéndolo todo desde afuera.  A partir de acá, se desencadenan una serie de hechos a las que nuestro protagonista se verá envuelto en medio de un enjambre de cavilaciones y asuntos complicados.

Ya pueden encender las luces (Corregidor, 2019) fue finalista del III Premio Eugenio Cambaceres, es la primera novela de Ariel Urquiza, quien ya está ubicado como un referente del nuevo policial argentino. Esta novela podría ser el script de una road movie. Un malentendido, señas invertidas de por medio, lo dejan arriba de un auto como el copiloto de un matón con quién se irán conociendo a medida que dan vueltas por Buenos Aires mientras esperan un llamado.

Urquiza narra con cadencia. Construye cada personaje desde la acción, desde el movimiento. Avanza en la trama a medida que el kilometraje del coche aumenta. El desarrollo del personaje de Julián, la manera en que muta y se vincula con un tipo que, en primera instancia, es su antítesis, lo complejiza volviéndolo cada vez más atractivo. La atmósfera cansina de un Buenos Aires derrumbado y lleno de alcantarillas humeantes, podría situarse en los años setentas, pero Urquiza de entrada nos habla del Boeing 737 que cayó sobre la Avenida Libertador, aquel desastre aéreo de LAPA que dejó más de setenta muertos en 1999. Entonces, como pasa con las grandes novelas, los años, el tiempo en el que transcurre la historia, se vuelve de talla universal.

Hay cada tanto, separadores que nos hablan de teoría actoral: “El lenguaje no es una herramienta del actor. Para crear un personaje, un actor debe atravesar las palabras con su intención hasta el punto de trascender su sentido.” Estos textos breves, que, si hiciéramos una toma aérea, tienen que ver con el recorrido de Julián, son también una respiración, una bocanada de aire entre tanto camino lúgubre que va sacando las capas de sus personajes hasta dejarlos en carne viva.

Ya pueden encender las luces es una novela con crimen y suspenso, pero también podría ser una historia sobre cómo se puede ir todo de las manos si nos dejamos llevar por la desesperación del desempleo y la apatía de quien ya está harto de todo. Bienvenido este policial donde los personajes desangelados no pasan necesariamente por el camino de la redención para seducirnos y poder entregarnos una lectura rica en imágenes y literatura.

Ya pueden encender las luces (2019)

Autor: Ariel Urquiza

Editorial: Corregidor

Género: novela policial

 

Complemento circunstancial musical:

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