Por Sandra Gasparini
El poder convocante de un tema o un género es bien conocido como aglutinador de narraciones dispares. El terror, esa emoción movilizante que nos envuelve cuando nos sumergimos en historias que se nos representan como siniestramente posibles, es el factor que unifica este conjunto. Pero la innovación que propone la antología de Rossi, Baca y Risso agrega al eje terrorífico una consigna que consiste en la inclusión de un sintagma polisémico (“entre dientes”) y el sustrato de la materia húmeda en los cuentos. Un ejercicio de escritura que muestra en esta oportunidad muy buenos resultados.
En los últimos diez años el terror en la literatura y el cine –por no hablar del cómic- ha dado numerosas muestras de un fervor sostenido, ya sea desde el lado de la producción como del consumo. En el caso argentino se pueden citar desde autores ligados a la ficción de género como Mariana Enríquez, Samantha Schweblin, José M. Marcos o Alberto Ramponelli hasta editoriales en crecimiento (pienso en Muerde Muertos, en colecciones dentro de sellos más amplios) o bien el estreno de filmes de horror y temáticas afines (Naturaleza muerta, Malditos sean y El desierto son solo algunos de los más recientes). Pelos de Punta está trabajando en ese sentido: Entre dientes es el segundo volumen de una serie que se está ampliando rápidamente (nada más este año se editaron junto con ella las compilaciones Mala sangre, Mano dura y acaba de salir ChupaCirios).
La antología es un interesante muestreo de las remozadas formas que asumen viejos temas en la nueva narrativa argentina de terror. La ya de por sí monstruosa evolución de la telefonía celular y sus modos de control de las personas (“Visto”, Salto) y la sombra distópica que proyectan nuevas tecnologías en la vida cotidiana (“Todo por deshacer”, Figueras) parecen ir ganándose un lugar en la escala de los horrores posmodernos. Tanto acompasamiento con la novedad no obsta para que se revisiten grandes maestros del género como Lovecraft, en una versión localista (“Carnada para bogas”, Koza) o los tópicos góticos de las casas-laberinto con desagradables sorpresas (“El último pasillo”, Carrizo y “Libros juntando polvo”, Godoy).
El fuego y el agua son dos elementos que conviven en este conjunto de relatos. El oxímoron se va diseminando a lo largo del volumen a la vez que diseña una figura en la que el carácter tanto purificador como destructor del fuego y del agua alcanza en varias de sus formas a los protagonistas, liberándolos o azotándolos hasta matarlos. ¿De qué nos hablan los terrores de los narradores? ¿Qué mundo construyen estas ficciones que van al asedio de las historias escondidas en lo profundo de la historia y de la Historia (“Volar sin luna”, Cantaluppi) o de un futuro a dos minutos del presente donde sin explicación la gente comienza a incendiarse (“Combustión espontánea”, Montero)?
“El terror nos trasciende porque estaba allí antes de que siquiera pudiéramos nombrarlo”, afirma Rubén Risso en el prólogo. Si nos detenemos a reflexionar sobre el volumen es posible observar que esos miedos primitivos son aquí recreados, amplificados: en el temor infantil a ser vigilado arma su estructura primaria el inquietante cuento de Lunghi (“Las ventanas abiertas invitan a espiar”), el horror del tabú cobra proporciones bíblicas en “Castigo de un dios imperfecto” (Bragagnolo) y la violencia demencial es el producto de la ira contenida en una mujer harta de todo (“La muerte en los tiempos de la cólera”, Baca).
No faltan en Entre dientes los rituales satánicos (“Ritual”, Ferreras) ni la venganza de los dioses (“El deseo”, Giorgio) ni las peleas juveniles (“Los vagos del ayer”, Raggio). Como exposición dinámica de la nueva narrativa argentina de terror la antología es una variada y sugerente muestra de cómo los sentidos del mal y el horror se diversifican y nos siguen convocando como lectores que, al sumirnos en estos terroríficos universos ficcionales, asomamos los ojos sobre el libro para ver si alguien nos está observando.
Entre dientes. Antología (2015)
Compiladores: Narciso Rossi, Luciana Baca, Rubén Risso.
Autores: Emiliano Salto, Walter Koza, Celso Lunghi, Federico Montero, Fabio Ferreras, Ramón Raggio, Rita Carrizo, Luciana Baca, Adrián Giorgio, Matías Bragagnolo, Cristian Godoy, Martín Cantalupi, Fernando Figueras
Editorial: Pelos de Punta
Género: cuentos
Muchas gracias por la difusión. Excelente la reseña. De las mejores que leí. Saludos.
me dan ganas de leer un género que no leo bastante. buena reseña.