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Reseña #731- No hay luz al final del túnel

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Por Coni Valente

Trece autores esparcidos en 143 páginas. Eso es Vía muerta en términos numéricos. Ahora bien, en términos literarios es un camino de ida porque pocos géneros son tan atrapantes como el terror y aquí esa sensación no cesa en ninguna oración.

La clave de este tipo de relatos suele pasar por el miedo que generan en el lector y les aseguro que aquí eso ocurre de forma contundente. La posibilidad de que lo que los trece autores cuentan en sus relatos pueda ser real incrementa la línea de suspenso que se sostiene en cada relato.

Desde ya que el título Vía Muerta tratándose de un libro que condesa terror, es más que adecuado para un compendio de este tipo de cuentos, pero en este caso va más allá de un título de portada “ganchero” sino que tiene estricta relación con lo que se narra en cada caso. Pensemos por un instante tener un tren de frente, sentirlo llegar, escuchar la bocina sonando incansablemente, ver la luz en la oscuridad, sin posibilidad de escapatoria. Conscientes del destino que se concretara en segundos sin poder mover el cuerpo a pesar de que con la mente quisiéramos salir de forma descontrolada para poder esquivar eso que nos espera. Así, justo así es este libro, es la explicación más acabada pero metafórica que puedo darles contándoles un poco pero sin decirles demasiado.

Cuando una edición está conformada por varios autores sería injusto no darle el mérito de esta construcción a todos, pero también es cierto que más allá de esos escritores también están quienes compendiaron este tomo de colección “craneando” el concepto global que reúne estos relatos. Por ende, mencionare a todos dándoles a cada uno su justo valor: Narciso Rossi, Luciana Baca y Rubén Risso. Los autores son: Rodrigo Moral, Federico Girón; Gustavo Grazioli, Luciano Doti, Fernando Estelrrich, Giselle Aronson, Agustín María, Cesar Cellini, Nicolás Manzur, Pablo Zamarra, Lucas Alarcón y Tomas Downey. Y como una forma de introducir, dar descanso y finalizar, dándole una estructura teatral Agustín Cordes es el responsable del Preludio, Interludio y Postludio de esta compilación. Y nótese que al comenzar mi reseña hablé de trece autores y no de dice que son estrictamente quienes escriben cada cuento, ya que incluí a Cordes como un autor más, sabiendo que sin sus textos Vía Muerta no tendría el marco adecuado para tener la consistencia que tiene.

La mejor manera de contarles acerca de este libro es hacerlos jugar con la mente, porque de ese modo creo que los haré sentir lo mismo que al leer Vía Muerta. Imagínense solos, en medio de un bosque recóndito, están caminando como escapando de cierto peligro inminente y de repente encuentran unas vías en desuso, corroídas por la inclemencia del tiempo, con piedras casi negras entre sus durmientes y con yuyos amarillentos bordando sus remaches. Al llegar a ellas, deténganse solo a mirarlas exhaustivamente, cada centímetro de hierro por donde alguna vez las ruedas de muchos trenes se posaron, traigan a su mente esos chillidos ensordecedores provocados por el roce inexacto de los rieles. Y entonces estando ahí parados, la piel se vuelve pesada y sienten en los poros la humedad propia de la adrenalina corriendo por las venas, como si algo trágico estuviera por pasar pero al mismo tiempo que desean que no suceda, la ansiedad por el desenlace se vuelve urgente. Como luchando entre dos instancias dramáticas, los invade el terror por lo inevitablemente dramático. ¿Están ahí? ¿Se ven en esa situación? Bueno, si lograron viajar hasta el lugar que intente llevarlos están en el corazón de esta compilación.  

Desconozco la causa que provocó el origen de Vía muerta, pero sin dudas el concepto que aúna estos relatos se ve claro al leerlos. Se siente el miedo, esa sensación sin nombre que nos da sentirnos perdidos, sabiendo que el camino que tenemos por delante no es más que un andar hacia ese destino invariable que, aun cuando intentemos torcerlo, se nos manifiesta de forma inexorable. Hay un túnel, lo vemos, quizás hay un poco de luz en esa fuga, pero al final solo nos espera la muerte y hagamos lo que hagamos para impedirlo, no hay más que eso: la muerte.

Vía Muerta (2016)

Autores: Rodrigo Moral, Federico Girón; Gustavo Grazioli, Luciano Doti, Fernando Estelrrich, Giselle Aronson, Agustín María, Cesar Cellini, Nicolás Manzur, Pablo Zamarra, Lucas Alarcón y Tomas Downey

Editorial: Pelos de Punta

Género: cuentos

Complemento circumstancial musical:

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