Por Pablo Méndez
Pareciera que hay una batalla, implícita, no enmarcada en la naturaleza del debate, que enfrenta dos formas de concebir la literatura. Una es la que potencia el argumento como si se tratara de una verdad absoluta; la otra abunda en el oleaje del cómo para crear la historia. En esta segunda opción es donde bucean los cuentos de Para entender algo del mundo de Marco Zanger. Editado por Evaristo Editorial, esta compilación hace gala de los mecanismo de la narratología para ostentar la elección de lo que se quiere contar. Un viejo proverbio de bolsillo, sin autor aparente, nos indica que hay como mucho diez temas universales, pero a su vez una infinidad de formas para contarlos. En la contratapa, Martín Sancia Kawamichi nos introduce en la génesis de este libro: “Estos cuatro cuentos , son para empezar, exquisitos. El autor nara como si manipulara el agua, como si nada pudiera romperse, o como si nada hubiera estado sano jamás. Para empezar. Porque la exquisitez es aquí solo un punto de partida, no alcanza para calificar las piezas de este libro”. Y es verdad. Quedarnos en el estilo sería solo una porción del universo de Zanger, aún cuando es menester en primera instancia hablar de ese cómo tan notable que impregna el libro.
Que el libro contenga solo cuatro cuentos es una declaración de intenciones. Cuatro historias que detallan emociones y sentimientos en el laberinto de sus posibilidades. Cuando comenzamos a leer “Las cosas que quieren los hombres” nos percatamos de que cada oración está dispuesta en un termómetro narrativo ejecutando la tensa calma que explicita los acontecimientos. Un pueblo enfrascado en la dominación de los secretos, en enemistades pretéritas que se deslizan en un presente a punto de explotar. El autor reversiona la típica asonancia temática de “pueblo chico, infierno grande” para cedernos una historia imantada por el misterio de sus personajes. En “El secreto violeta de la pólvora” nos envuelve en un ambiente post apocalíptico donde el tiempo es enigma y fundamento, un diario de una soledad violenta: perros salvajes, un sol atronador y una noche que aúlla en las capas de su sombra, un juglar enloquecido en su pregón y un revólver que brilla en la resolana que la muerte mastica. El tercer cuento, “Nadie tiene nada”, el escenario es el protagonista por excelencia: las montañas, las nubes, la nieve merodean en las acciones que surten de significado el escape de un padre y su hijo, y que en cada imagen resurgen alegóricamente. Por último, “Lo que una está dispuesta a amar”, es relato en una primera persona de una niña con voz adulta, un manifiesto que indaga en la esencialidad de la condición de mujer, en la propia encrucijada del ser.
Es indiscutido el tono que nos hace pensar en Borges, en la minucia con que cada elemento se va elaborando en la alquimia de la literatura. Para entender algo del mundo es un libro pensado desde su propia manufactura, con el cuidado que se tiene sobre la materia prima de una literatura que no espanta la alegoría, que en mayor o menor intenta torcer la realidad con la justicia poética de un autor que se deja llevar por la inmanencia creativa para entender de qué diablos está hecho el mundo.
Para entender algo del mundo (2019)
Autor: Marco Zanger
Editorial: Evaristo
Género: cuento
Complemento circunstancial musical: