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Reseña #166- Los restos de un mundo significante

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Cuando todo era nada, era nada el Principio

Él era el Principio y de la noche hizo luz

y fue el cielo y esto que está aquí.

Hubo tierra, agua, sangre, flores,

todo eso y también tiempo.

Claramente digo que este fue el mundo del hombre

y así fue. Así.

Génesis, Vox Dei

Por Mariana S. López

Hace poco tiempo soñé que era una enfermera londinense en la segunda guerra mundial. Era auxiliadora de un mundo desbastado y asistía a un hombre que había muerto recientemente. Lo llevábamos en camilla por un ascensor que no tenía paredes y podía verse el paisaje en ruinas luego de los bombardeos. Un humo denso ascendía por las paredes derribadas hacia el cielo de un ocaso gris amarillento con nubes que aparecían amenazantes por el horizonte. Manteníamos al muerto conectado a un suero que era de uso habitual en ese tiempo y revivía a los hombres. En un momento el no vivo despertó, tomó mi muñeca y la mordió.

Ese fue el fin de mi sueño, durante esa mañana comencé a leer El resto indivisible del esloveno Slavoj Zizek, al que muchos conocemos por los documentales en los que habla de filosofía a propósito del cine o de cine a propósito de filosofía en un terreno tan ambiguo que resulta difícil de parcelar. Entrar en el libro resultó una aventura  aún más arriesgada que el sueño pasado. En las páginas de ese libro grueso y liviano que llevo en el bolso, Zizek nos da un paseo por la filosofía idealista de Schelling y de Hegel. Filósofos a los que lanza en un lienzo con Lacan, Claudel o Forest Gump como si fuera Pollock. Todo en un microcosmos de 400 páginas con conceptos complejos y formas fáciles como todo aquello que explica en su sonoridad áspera. Lo que encontramos al final es una reflexión sobre la naturaleza del todo y la nada. La contracción y expansión no sólo caracteriza al ser en la filosofía de Schelling, sino que también este texto ensayo, texto relato, texto pintura, que arma y desarma con distintas historias para atar una serie de conceptos. Estas abstracciones teóricas nos ayudan a pensar un poquito diferente nuestra realidad; nos permiten presentar los escenarios políticos actuales dentro de una guerra del modernismo contra el posmodernismo por la significación. 

Qué somos sino cordilleras significantes. Cadenas con grilletes temporales y sólo presentes de una forma parcial para volver a liberarnos y flotar como barriletes a los que se les cortó el hilo y vuelan hacia otros territorios.  ¿Quién es mi muerto mordiente sino un libro que me despierta a los gritos? Mejor eso dejémoslo a Zizek o Lacan, quienes condicionan mi discurso sobre un fragmento de vida que se me presenta esquivo en el silencio de la noche;  o dejémoslo a quién quiera develarme la identidad de un muerto que me ataca cuando lo quiero ayudar a vivir.

El resto indivisible (2015)

Autor: Slavoj Zizek

Editorial: Godot

Género: Ensayo

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